Hoy os hablamos de un producto muy especial: Nuestro Bálsamo Limpiador Japonés

Los bálsamos son cremas de limpieza para aplicar con la piel seca que a medida que se masajean se convierten en aceite, difundiendo sus propiedades y eliminando de la piel impurezas y toxinas.

Para utilizar este limpiador te aconsejamos que te tomes tu tiempo, que lo dejes actuar en la piel como parte de un ritual detoxificante y relajante que te va a encantar. ¿Cómo lo haremos?

Aplicamos una capa de producto con la piel seca, y masajeamos con las yemas de los dedos hasta notar su consistencia oleosa.  Desde que lo abras notarás que es algo diferente, es naturaleza pura con un punto cítrico. ( no lleva ningún perfume, huele a la combinación aromática de lo que contiene).

A continuación humedeces una muselina o toallita de cara con agua templada y la aplicas unos segundos encima de la piel. Esto hará que se abra el poro haciendo la limpieza más completa y además con el calor los aceites esenciales difunden y es un auténtico placer.; Aceite esencial de Naranja, Lavanda, Mejorana y Lemongrass que además de tener efectos estimulantes y revitalizantes, calman y tonifican la piel.

Podemos doblar la toallita e insistir masajeando en círculos el rostro instistiendo especialmente en las zonas donde queremos limpiar el rostro en profundidad.

Todo este  tiempo que dejamos a modo de cura el bálsamo en el rostro, actúan los extractos vegetales de Té Matcha ( súperantioxidante), la Salvia, Manzanilla, Caléndula y  la vitamina E que protegen, reparan y purifican la piel.

Por último retiramos al con agua fría el producto pero veremos que gracias a la composición de ácidos grasos tan ricos, procedentes de la manteca de Karité, aceite de Almendras, Crambe y Soja hidratan, suavizan y calman dejando  una sensación sedosa y fresca en la piel. Si humedeces la muselina en agua fría y la dejas un segundo sobre el rostro acabas de cerrar el poro y la piel te queda perfectamente limpia y cuidada.

Es un limpiador que se puede usar a diario porque respeta hasta a las pieles más sensibles. Como parte de nuestro ritual japonés lo usaremos en momentos que queramos revitalizar, detoxificar y hacer una cura el pieles saturadas de toxinas como la contaminación, el maquillaje, o queramos un plus de tonificación y frescor en nuestra rutina.